Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda... Así que todos somos buscadores. No es que nos pasemos la vida buscando a todo momento, sino que de forma inconsciente, la mayor parte de las veces, buscamos sin parar algo, las razones de la existencia.
No sé qué es lo que busca cada persona, sería imposible saberlo, pero yo ofrezco diversa soluciones a las búsquedas y planteo otras nuevas. Esa soy yo y este es mi blog, disfrutad de él.

lunes, 14 de marzo de 2011

Santa Mafia Iglesia


Hay una cosa que me gustaría aclarar. Yo no he creado este blog para hablar de mí, es cierto que trato todos los asuntos desde mi perspectiva, desde otra sería imposible, pero no hablo de mí directamente (quizás porque no me gusta el narcisismo, o simplemente porque no soy lo suficientemente interesante como tema de conversación). Pero hoy haré una excepción. Esto se debe a que mucha gente me ha preguntado lo mismo una y mil veces y me gustaría aclararlo.
Yo no soy creyente. Veréis, estoy bautizada (comprenderéis que a esa edad no tenía demasiado poder de decisión) y también tengo hecha la comunión (creo que también comprenderéis que a los nueve años además de no tener demasiado raciocinio, a uno lo sobornan fácilmente con los regalos); sin embargo, desde que tengo uso de razón, no recuerdo un solo momento en el que me haya sentido como una creyente católica. A mí la verdad de si Dios existe o no existe, me importa un pepino (la mayor parte de las veces pienso en lo mucho que me gustaría que existiese, todo sería tan fácil si fuese capaz de tragarme el cuento...); pero, lo que me molesta realmente es el uso que de eso hace la Iglesia (o mejor, la Santa Mafia Iglesia, como diría Maruja Mallo). He de reconocerles dos cosas: esa institución ha contribuido de forma esencial a que se mantuviesen obras de las diferentes épocas artísticas (y eso es algo que nunca terminaré de agradecerles), también hay que reconocer que su poder de convicción es extremadamente sorprendente (han pervivido durante más de dos mil años sin necesidad de cambiar el cuentito, eso no lo ha conseguido ni las mayores trilogías famosas de la historia). Pero, por lo demás, me parecen seres falsos, poco creyentes, demasiado influyentes, con conductas demasiado reprobables y poco dignos de confianza. Aún así, he de decir que respeto profundamente a todos aquellos que creen (en verdad los envidio, me gustaría poder reducirlo todo a Dios, me encantaría echarle la culpa de mis logros y mis fracasos), de hecho, toda mi familia y la mayor parte de mis amistades son creyente, tema por el que casi nunca he tenido discusiones con ellos.
Perdón por centrarme en mí en esta entrada, pero necesitaba aclarar esto. Si me permitís, os contaré que una vez un tío mío (el que peor lleva lo de tener una sobrina no creyente), me dijo: "y si existe, si estás equivocada, si vas al infierno por esto, algo tiene que haber" (es muy frecuente entre los creyentes esta afirmación de que algo tiene que haber, se centra en sus deseos de no ver a la muerte como el fin de lo que para ellos es el motor central del universo: el hombre, el ser humano. Supongo que por esto nunca he necesitado creer, porque no me molesta pensar en la muerte, no le temo, y no me asusta saber que cuando muera sólo seré comida para los bichos, es una idea que puedo soportar fácilmente, incluso me hace gracia). El caso es que cuando me dijo eso, yo respondí: "sería genial que existiese, me encantaría ver que soy yo, una sola persona, y no la mayor parte del mundo la que está errada. Si el infierno existe, estaré encantada de vivir en él, será el precio a pagar por no arrodillarme ante alguien que no veo y al que no le debo nada, si quiere castigarme por ser libre, que lo haga, sufriré con gusto, me parece un precio más que barato por responder sólo ante mi misma y mis deseos de libertad".
Muchas gracias por leer esto, gracias tanto a los que me juzguen como a los que no.

domingo, 13 de marzo de 2011

Me declaro culpable de ser inocente


Buenas queridos amigos!! ¿qué tal va la vida? deseo de todo corazón que os vaya genial, que tengáis, felicidad, amor, cariño y mucha, mucha, pero mucha paciencia, que sin dudad es algo totalmente necesario en los tiempos que corren.
"El mundo se desmorona alrededor de nosotros, y ellos sólo hablan de líos amorosos entre mujeres con minifalda y hombres con la camisa desabrochada"
Esta frase es de una obra de Stephen King titulada El pasillo de la muerte. Sin duda, esta pequeña reflexión podría describir, en parte, lo que pasa actualmente en la vida de la mayoría de la población mundial y, especialmente, entre la población española. Yo no entiendo como la gente disfruta enmarañándose en la vida de los demás, pero lo respeto, cada uno que haga lo que quiera. Sin embargo, he de decir que me sentí profundamente decepcionada cuando leí que el programa Sálvame acumulaba la mayor parte de la audiencia española por la tarde. No logro comprender como una persona puede estar durante cuatro horas sentada en un sofá delante del televisor viendo como unos no profesionales degradan la profesión de periodista hasta el punto de convertirles en verduleros de todo a cien. Respeto la prensa del corazón, pero una cosa es decir que Belén Esteban se pelea con el marido, o que la Pantoja tiene que pagar no sé cuantos millones..., pero otra es estar dándole vueltas al asunto durante tres meses y repetir continuamente los absurdos asuntos de la vida cotidiana de cualquier persona, como si fueran algo excepcional debido a que por casualidades de la vida se han vuelto "famosos".
Sin duda, todos estos productos televisivos que no piensan más que en cuántos millones se van a embolsar este mes, deberían leer la obra que anteriormente he mencionado, o ver la adptación cinematográfica: La milla verde. Soy una firme defensora de leer los libros y no ver la película, porque la mayoría de las adaptaciones son malísimas, nunca captan la esencia de la novela, nunca logran que me emocione como lo hacen los libros. Pero, para mi sorpresa, esto no pasó con esta obra, la película es tan maravillosa como el libro, incluso más, si es posible. Os la recomiendo a todos, más bien os ruego que la veáis (yo la he visto unas siete veces). Para aquellas personas que dicen que han llorado con Pretty Woman (yo entre ellas), les recomiendo que dispongan de bastantes pañuelos para ver La milla verde, yo no he derramado tantas lágrimas en mi vida. De hecho, mientras escribo estas palabras las lágrimas ya se acumulan en mis ojos, quizás sea por el grato pero doloroso recuerdo de esta maravillosa película, o quizás se deba a que sé que el hecho de culpar y ajuiciar a un inocente no es, en absoluto, una fantasía literaria o cinematográfica que nunca se daría o se habría dado en la vida real.
Aquí os dejo unos enlaces para que veáis unos pequeños trozos de esta maravilla. Os ruego que la veáis y me culpéis si vuestras vidas no son iguales después de eso.

sábado, 12 de marzo de 2011

Tú eres tú y yo soy yo


El amor tiene tantas definiciones y tantos usos posibles, que necesitaríamos toda una vida para recopilar a las miles de personas que han intentando adentrarse en él para resolver sus misterios (más adelante hablaré más sobre este y otros sentimientos). Aquí os dejo unas de las definiciones del amor que más hondo ha calado en mi alma:

Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para llenar tus expectativas,
y tú no estás en este mundo para llenar las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso.
Si no, no puede remediarse.
Fritz Perls

Atlántida= Tierra actual


En la canción Atlántida de Mago de Oz, estos cantantes aseguran al final que: "la verdadera Atlántida éramos nosotros. Si alguien encuentra esta carta que sepa que el fin de esta civilización se debió a la injusticia y la incultura de la raza humana".
Como la mayoría sabréis, la Atlántida es una isla legendaria que no se sabe si ha existido realmente. Según los escritos de Platón esta isla existía, pero tras miles de intentos de búsqueda aún hoy no se ha hallado rastro de su existencia.
Según cuenta la historia, la Atlántida fue un lugar prodigioso donde se vivía rodeados de maravilla y elegancia. El caso es que esa isla era una precursora en el terreno de la tecnología y los inventos, en general. Normalmente esto es algo beneficioso, pero según la leyenda, no fue así para ese maravilloso lugar, el cual quedó sepultado bajo el inmenso mar debido a que los gobernantes quisieron llevar sus inventos demasiado lejos.
Así, en la canción anteriormente mencionada, se va contando la historia de la humanidad con Dios y otros asuntos menos divinos. Come dije antes, los artistas se quejan de a donde nos está llevando el deseo de poder y la poca responsabilidad de los humanos: al fin del mundo que conocemos, al fin de la tierra que nos albergó sin pedirnos nada a cambio y a la que nosotros hemos pagado con su lenta y trágica derrota.

Durante miles de años, los seres humanos

hemos podido disfrutar, del mejor regalo

que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo.

La brisa, el viento, el hermano sol y la hermana luna

campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos

amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera

puestas de sol decoradas por los sueños aun por concebir

Y aunque parezca mentira… inteligencia

Pero el hombre blanco despreció aquel tesoro

y a medida que la vida le sonreía,

el le contestaba dando patadas al destino

Si alguien lee esta carta, no olvide que el fin de esta civilización

se debió al egoismo, codicia e incultura de la raza humana

Los hombres ya no somos mamíferos

el ser humano no se convirtió en depredador

la raza humana somos simplemente un virus

matamos, crecemos, y nos multiplicamos

Por eso nos extinguimos

por eso las aguas se tragaron nuestra civilización

la verdadera Atlántida, éramos nosotros

Y por eso hemos escrito esta nota

para formas de vida inteligente venideras.

cuando los hombres escupen al suelo...

…se escupen a si mismos.

Este es el final de la canción, donde todos somos conscientes de que podríamos haber hecho más por conservar esta tierra, por conservar la Tierra, porque, es cierto, no es perfecta, pero es la única que tenemos.

Aquí os dejo el enlace para que podáis verlo y escucharla: http://www.youtube.com/watch?v=ixStllHRvtE

El buscador


Como lo prometido es deuda, aquí os dejo el maravilloso relato de Jorge Bucay, que podéis encontrar en su obra Cuentos para pensar (del cual os diré que hace justicia a su nombre).

EL BUSCADOR

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?… ¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? … ¿y el casamiento de los amigos…? y el viaje más deseado,… ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

Bienvenidos


Bienvenidos queridos amigos blogeros y, sobre todo, lectores. Antes de nada, mis más sinceros agradecimientos a todos los que me dediquéis, aunque sólo sea, un minuto.
Los que me conocéis ya bastante cansados de mí que estaréis, porque este es mi tercer blog y os prometo (a no ser que suceda algo de fuerza mayor) que será el último.
Mi primer blog fue "Pequeñas y grandes verdades", un bello espacio en el que conocí a muchos buenos seguidores. En ese blog centré todas mis ilusiones y esperanzas, intenté sacar lo mejor de mí para convertirlo en palabras que entregaros a vosotros, los lectores. He de decier que me enorgullece saber que alguna vez lo conseguí, que toqué algún corazoncito valiente y hermoso. Para mi asombro, este espacio tuvo una enorme difusión y muchas visitas (aún hoy sigue acumulando cantidad de visitas). Muchos se preguntarán, entonces, por qué lo dejé. La verdad es que lo hice porque pretendía crear un espacio mejor, y sobre todo más bello (ya que algunos se quejaban, con razón, de que el fondo era un poco mareante).
Por esto último, nació mi segundo blog: "Y después qué...". Quizás no centré en él todas las atenciones y esperanzas que merecía y por eso no contó con demasiada difusión. Tras este "fracaso" decidí que mi aventura blogera había acabado, ya que era hora de dejar de despertar la mente de los lectores. Pero, para mi grato asombro, la derrota no pudo apagar mis ansias de ofrecerme al mundo (porque eso es lo que hago, quizás pecando de soberbia, creo que aún tengo bastante jugo que sacarme y estoy dispuesta a ofrecérselo a todos aquellos que no tienen temor de escuchar verdades y de buscar en su interior un lugar mejor en el que vivir).
Ahora, con las pilas recargadas y llena otra vez de ilusión, empiezo una nueva aventura. Antes de continuar me gustaría decir que ofrezco todo lo que soy en mis escritos, sin esperar recibir nada a cambio, sin condiciones. Aunque sí me gustaría tener la mayor difusión posible del blog y os agradecería que me ayudarais. No pretendo se popular, ese es un puesto que nunca me ha correspondido y que nunca he anhelado, pero sí me gustaría saber que lo que hago sirve a alguien; me basta con saber que hay alguna mente y corazón por ahí que valora lo que hago (no sé si eso es demasiado pedir). Pues eso, por favor difundir mi dirección y ayudar a los demás lectores (y a mí) con vuestros comentarios y siguiéndome (si no queréis hacerlo de forma abierta, podéis enviarme e-mails a mi msm: veronicadominguez_92@hotmail.com).
Como pongo en mi perfil, estudio psicología (ya tengo cuatro asignaturas aprobadas) y eso significa que sé escuchar e intento, dentro de mis limitaciones, dar buenos consejos; por eso y más cosas, os digo que aquí estoy cuando lo necesitéis. Muchos pensarán que sólo son palabras, que nadie va a ayudar a alguien que no conoce, así sin más. Pero no es así. Yo creo que los humanos podemos convertir el mundo en un lugar mejor, donde reine la amistad, la igualdad, la justicia y, sobre todo, la libertad. Por esto, intento predicar con el ejemplo y me ofrezco como consejera, amiga o simplemente chica "chiflada" con la que hablar o a la que leer cuando uno se aburre.
Volviendo al tema de los blogs, os explicaré las razones de la dirección y del nombre. La dirección de este blog no coincide con su nombre por un sencillo motivo. cuando yo creé este blog, aún no tenía los otros dos. Lo pensaba llamar "La ladrona de libros" porque ese es mi libro favorito, pero después abandoné el plan y el blog se quedó creado pero sin nada. Ahora, cuando ya ha pasado tiempo, me planteé lo de administrar un tercer blog y decidí renovar este que ya estaba creado. El nombre se lo cambié por dos razones: primero, porque fue un abuso por mi parte querer crear una maravilla como esa obra; pero, sobre todo, porque el libro sigue siendo mi favorito, pero el título ya no expresa hoy en día lo que para mí expresaba hace ya unos tres años.
¿Por qué se llama "Todos somos buscadores..."? Este título proviene de un cuento de Jorge Bucay (mi escritor favorito) titulado El buscador (en una entrada sucesiva lo colgaré para que disfrutéis de él). Decidí que ese era el título perfecto y el momento perfecto para comenzar con este nuevo blog cuando me pregunté a mi misma "¿qué buscas?", y no supe responderme. El caso es que gracias a Bucay y, sobre todo, al paso del tiempo, he aprendido que la pregunta correcta no es la que yo me había formulado, sino "¿estás buscando algo?". Está claro que todos deberíamos responder SÍ, una afirmación rotunda y nada errada, ya que : TODOS SOMOS BUSCADORES
Ser bienvenidos y disfrutar de mi humilde mente, corazón y espíritu... este blog soy yo (lo mejor de mi YO), aquello de lo que nunca dudaré.

Posdata: el blog versará sobre asuntos de toda índole, yo no tengo tabús. Desde buenas novelas, música, películas, pasando por asuntos de actualidad, por creaciones literarias de mi propia cosecha, fotos de lo más curiosas, personajes famosos y no tan famosos (sin llegar al cotilleo de sálvame deluxe, si rebaso ese límite avisadme, por favor!!)..., y mucha libertad, ante todo (ademáis podéis proponerme temas que yo entro al trapo).
¡¡¡GRACIAS!!!